Malentendidos comunes sobre el IEP
Esta es la realidad que desmiente mitos comunes sobre el Programa de Educación Individualizado (IEP, por sus siglas en inglés).
La ley federal define qué es un (IEP, por sus siglas en inglés). Pero los detalles pueden ser confusos. Estos son cinco malentendidos comunes y la realidad en cada caso.
Mito #1: Todo niño con dificultades tiene garantizado un IEP
Realidad: Los estudiantes deben cumplir con dos requisitos para calificar para servicios de (y un IEP). Primero, tienen que haber sido diagnosticados formalmente con una discapacidad. Esto está especificado en la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA por sus siglas en inglés). Esta ley federal considera 13 categorías de discapacidad. Una de ellas es “discapacidades específicas del aprendizaje”.
En segundo lugar, la escuela debe determinar que el estudiante necesita servicios de educación especial para progresar en la escuela y aprender el . No todos los estudiantes con discapacidades cumplen ambos criterios.
Conozca más sobre el proceso para obtener un IEP en nuestra guía del IEP.
Mito #2: Si algo está incluido en el IEP, la escuela lo implementará
Realidad: El IEP es un contrato legal. La escuela está obligada a proporcionar los servicios y apoyos prometidos a su hijo. No obstante, los maestros y administradores escolares están ocupados y son seres humanos. Y algunas veces los detalles se pasan por alto o se olvidan. Parte de su rol como defensor de su hijo es asegurarse de que obtenga los servicios y las descritas en su IEP.
Supervise el trabajo escolar de su hijo, las calificaciones que obtiene en los exámenes y su actitud hacia la escuela. Si parece que las cosas no van bien, reúnase con el maestro para hablar sobre esto. También puede solicitar que el equipo del IEP se reúna para discutir sus inquietudes y encontrar soluciones posibles.
Descubra otras maneras de cerciorarse de que el IEP de su hijo se está implementado.
Mito #3: Un IEP proporcionará servicios y apoyos a su hijo después del bachillerato
Realidad: El IEP (y los servicios incluidos) finalizará cuando su hijo se gradúe del bachillerato. La educación especial no se extiende a la universidad o al lugar de trabajo. Como parte de su IEP, el equipo del IEP está obligado a trabajar con los estudiantes en la creación de un plan de transición. Este plan se enfoca en las metas futuras y ayuda al estudiante a prepararse para la edad adulta.
Mito #4: Tener un IEP significa que su hijo será colocado en un aula de educación especial
Realidad: La ley federal exige que los niños con un IEP sean colocados en el ambiente menos restrictivo. Esto significa que los estudiantes deberían pasar el menor tiempo posible fuera del aula de educación general.
El IEP especificará los servicios y las adaptaciones que necesita su hijo para progresar en el aula de educación general. También especificará si los estudiantes pasarán tiempo en un “salón de recursos” o aula de educación especial.
Mito #5: La escuela escribe el IEP y luego se lo explica a los padres
Realidad: Según la ley federal (IDEA), los padres son miembros plenos e igualitarios del equipo del IEP de su hijo. Usted tiene voz en la elaboración del IEP de su hijo. Aunque usted no sea un experto en educación especial, sí lo es en lo que se refiere a conocer las necesidades de su hijo. Su conocimiento del desarrollo de su hijo, sus fortalezas y desafíos, así como la vida en el hogar y las actividades fuera de la escuela es fundamental para la creación del IEP.
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