Por qué a los niños les cuesta seguir una rutina o un horario
Su hijo tiene una rutina establecida para irse a dormir: guardar los juguetes, ponerse el pijama, cepillarse los dientes y meterse a la cama. También tiene rutinas en la mañana y después de la escuela. Usted incluso ha creado horarios para cada día de la semana.
Pero por alguna razón, su hijo no sigue ninguno de ellos. ¿Por qué lo hace? Lo único que genera son quejas, peleas y frustración.
Existen muchas razones por las que los niños no siguen sus rutinas y horarios diarios. Para muchos, es algo que ocurre de vez en cuando y no constituye un problema. Se distraen, están preocupados o simplemente no tienen ganas de hacerlo.
No obstante, no seguir las rutinas es un problema que se presenta con regularidad en algunos niños. Si usted lo ha notado en su hijo, tal vez se pregunte qué significa. Conozca qué puede causar tener dificultad con las rutinas y los horarios.
Cómo luce la dificultad para seguir rutinas
El resultado es evidente: su hijo no está listo para ir a la cama o a la escuela, o se ha saltado pasos clave de la rutina. (¿Cuántas veces su hijo sale corriendo de la casa sin haberse lavado los dientes?). O quizá empieza a hacer la tarea cuando ya es casi la hora de acostarse.
Si observa detenidamente, es posible que note que hay otros comportamientos que llevan a esto. Por ejemplo, ¿qué sucede cuando se supone que su hijo debería sacar del armario la ropa que se va a poner al día siguiente? ¿La saca toda? ¿Solo una parte? Cuando es hora de bañarse, ¿se dirige hacia el baño?
En cuanto al horario diario, ¿qué hace su hijo exactamente en lugar de sentarse a hacer la tarea? ¿Se olvida constantemente de la práctica musical pero nunca de la práctica de fútbol?
Cuando los niños realmente tienen dificultad con las rutinas y horarios, son varias partes las que faltan y no solo una o dos.
Por qué les cuesta seguir una rutina o un horario
Seguir una rutina o cumplir un horario podría parecer simple, pero en realidad requiere tener muchas habilidades. Algunos niños tienen dificultad con una o varias de ellas:
Dejar de hacer lo que están haciendo y cambiar de actividad.
Seguir realizando una tarea sin distraerse.
Poner atención a las reglas.
Estas habilidades son parte de un grupo más amplio de habilidades cognitivas conocidas como la función ejecutiva. Muchos niños tienen dificultad con estas destrezas, especialmente los que tienen TDAH. Algunos niños también necesitan más tiempo para asimilar la información y responder a ella.
Cómo usted puede ayudar
Conocer qué está causando que su hijo no siga rutinas ni horarios le permite saber qué hacer para ayudarlo. Por lo tanto, el primer paso es seguir observando a su hijo y tomar notas de lo que está viendo.
A medida que empiece a notar patrones, hable con las personas que conocen a su hijo y pasan tiempo con él, como sus maestros y las personas que lo cuidan. Ellos pueden decirle qué han observado y proporcionarle una visión más completa.
Hable también con el médico de su hijo u otros profesionales de la salud. Ellos pueden ayudarlo a entender lo que está sucediendo.
Mientras tanto, estas son maneras en que usted puede ayudar en la casa.
Cree un planificador visual u horario con imágenes y colóquelo en un lugar donde su hijo pueda verlo fácilmente. Haga que su hijo marque lo que ya ha hecho. También puede usar listas de verificación para antes de acostarse.
Use estos “contratos” para imprimir para ayudar a que usted y su hijo se pongan de acuerdo sobre las reglas de la casa.
Reciba sugerencias para elogiar a su hijo que desarrollen su autoestima y lo motiven a seguir tratando de cumplir rutinas y horarios.
Puntos clave
Cuando los niños tienen dificultad con las rutinas y los horarios parece como si faltaran varias partes, no solo una o dos.
Los problemas de organización, de manejo del tiempo y de atención son algunas de las razones por las que a los niños les cuestan las rutinas.
Busque patrones en el comportamiento de su hijo y averigüe lo que otros observan.