4 recomendaciones para ayudar a los niños con el cambio de hora

Adelantar o retrasar la hora durante el año puede ser difícil para los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Estas recomendaciones pueden ayudar.

Seamos realistas. El cambio de hora (ya sea cuando se adelanta o se atrasa) es temido por la mayoría de los padres. Los cambios en la rutina son difíciles. Y pueden serlo aún más para los niños que piensan y aprenden de manera diferente.

Pero “retrasar” o “adelantar” la hora no tiene por qué ser estresante. Planificar con anticipación y asegurarse de que los niños tengan tiempo para adaptarse puede ayudar. Revise estas cuatro recomendaciones para que la transición sea menos difícil.

1. Dar tiempo para adaptarse

Los niños que piensan y aprenden de manera diferente, en especial los niños con TDAH, suelen tener problemas para dormir. El cambio de hora puede empeorarlos. Trate de adelantar o retrasar gradualmente la hora de acostarse, de comer y de hacer las tareas. Darle a su hijo uno o dos días para adaptarse al nuevo horario puede facilitar el cambio. 

2. Mantener su rutina

La hora puede haber cambiado, pero la rutina de su hijo para ir a la cama puede ser la misma. Apegarse a rutinas claras facilita que los niños las cumplan. Seguir la rutina habitual puede ayudar a que el cerebro capte el mensaje de que es hora de tener sueño.

3. Evitar las pantallas

La luz de las pantallas puede alterar el sueño. Si su hijo ve la televisión o usa una tableta cerca de la hora de acostarse, pídale que la apague al menos una hora antes de irse a la cama. 

4. Qué ha funcionado (y qué no)

Cada niño necesita cosas diferentes. Usted es quien mejor conoce a su hijo. Piense en lo que ha sido útil o no en el pasado. ¿Un poco más de tiempo para leer antes de acostarse? ¿Apagar las luces de inmediato? ¿Usar una máquina de ruido blanco? Recurrir a cosas que han funcionado puede ayudar a los niños a adaptarse más fácilmente al cambio de hora. 

Si su hijo está teniendo dificultad para adaptarse, podría preguntarle cómo se siente. Las personas con TDAH son más propensas a desarrollar el trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés) que las personas sin TDAH. Para aprender sobre el trastorno afectivo estacional y obtener sugerencias para el cambio de estación, consulte esta guía

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