¿Pueden los niños superar la dispraxia?
¿Pueden los niños superar la dispraxia ?
La respuesta sencilla es no. Los estudios muestran que las dificultades motoras no desaparecen conforme los niños crecen. Sin embargo, las intervenciones eficaces pueden reducir el impacto de la dispraxia sobre las destrezas de la vida diaria.
Por ejemplo, repetir una actividad como caminar sobre una barra de equilibrio puede ayudar a desarrollar lo que se llama una vía motora. Esta vía ayuda al cerebro a mejorar su capacidad de planear y llevar a cabo ese movimiento.
Para entender por qué practicar ayuda a los niños a moverse más fluidamente, imagínese al cerebro como si fuera un campo extenso con hierbas altas. Crear una vía motora sería como caminar por el mismo sitio, una y otra vez, hasta que se forme un sendero. Cuanto más profundo y marcado es ese sendero, más fácil será que las personas vean hacia dónde se dirigen y tengan que esforzarse menos para llegar a su destino.
Por esta razón los atletas, músicos y bailarines practican una destreza particular una y otra vez. También explica el porqué tomar muchas lecciones puede ayudar a los aficionados a convertirse en profesionales.
Los médicos llaman a esta clase de mejoras “destrezas deportivas adquiridas”. Ellas son parte habitual de las clases de educación física. Si su hijo califica para los servicios especiales en la escuela, quizá quiera preguntar acerca de las clases de educación física adaptativa como parte del o del de su hijo.