Desafíos cotidianos para personas con dificultades del funcionamiento ejecutivo

Puede que sea difícil llevar a cabo tareas cotidianas cuando se tienen problemas con el funcionamiento ejecutivo. Dependemos de este grupo de habilidades ejecutivas para hacer las cosas y adaptarnos cuando las situaciones cambian. 

Los problemas con el funcionamiento ejecutivo pueden obstaculizar incluso tareas básicas como pagar las cuentas o planear una comida. Pero existen estrategias que usted puede implementar para que estas tareas cotidianas sean más fáciles. Estas estrategias incluyen dividir las tareas en partes más pequeñas, usar recordatorios visuales y hacer las cosas a su propio ritmo.

Estas son algunas soluciones rápidas para desafíos comunes.

Desafío: Guardar y organizar documentos. 

Solución rápida: Carpetas o archivadores de plástico transparente tipo acordeón. 

Facturas, pasaportes, documentos del seguro, tarjetas del seguro social, la declaración de impuestos. Cuando usted necesita estos documentos, los necesita con prontitud. Y tener que reemplazarlos suele ser muy molesto. Coloque cada documento en un compartimento del organizador para que pueda encontrarlos rápidamente.

Desafío: Evitar acumular cosas por todas partes.

Solución rápida: Contenedores y tiempo para guardar las cosas.

Puede ser difícil guardar las cosas o deshacerse de ellas en el momento, y darle seguimiento después. Como primer paso, guarde las cosas en cajas, canastos o cestos para la ropa. Establezca un horario para revisar con regularidad cada contenedor y guardar las cosas. (En el caso del correo, revíselo cada varios días).

Desafío: Pagar las cuentas a tiempo.

Solución rápida: Banco en línea.

Pagar las facturas es mucho más fácil si puede hacerlo en línea. Las facturas electrónicas significan menos papeles que organizar. Una opción son los pagos automáticos para no olvidarse de realizar los pagos antes de la fecha límite. Pero de igual manera deberá revisar su cuenta con regularidad. Si el pago automático no es una opción, establezca una fecha y una hora específica para pagar las cuentas. Por ejemplo, el primer día de cada mes al terminar de cenar. 

Desafío: Manejar situaciones inesperadas.

Solución rápida: Hacer tres respiraciones profundas o contar hasta cinco lentamente.

Cuando las situaciones cambian de manera repentina, es posible que se descontrole. Su primera reacción puede ser de estrés o pánico. Esto dificulta aún más ver las opciones. Utilice técnicas de relajación para calmarse. Después, piense en lo que tiene que hacer, a quién debe llamar y cómo puede resolver el problema.

Desafío: Crear y cumplir horarios.

Solución rápida: Incorporar tareas a rutinas ya existentes.

Los horarios pueden ayudar a las personas a hacer las cosas. Pero también pueden ser difíciles de crear y cumplir. Simplifique el proceso integrando ciertas tareas a actividades habituales. Por ejemplo, si usted ve un programa de televisión los domingos, aproveche ese momento para doblar la ropa. O guarde los platos secos mientras esté en la cocina preparando la cena, en lugar de hacerlo más tarde.

Desafío: Apegarse a un presupuesto.

Solución rápida: No vaya a ninguna parte sin una lista.

Elaborar y seguir listas no siempre es fácil. Pero tampoco lo es controlar nuestros impulsos. Anote cuánto dinero dispone cada mes para gastos de comida, ropa y diversión. Cada vez que vaya de compras, lleve una lista de lo que necesita comprar. Si le sobra dinero, puede comprar algo que necesite y no esté en la lista. Si no, ponga ese artículo en una lista de cosas que desea comprar más adelante.

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