¿Cómo puedo construir una relación entre el terapeuta y la escuela de mi hijo?

¿Cómo puedo construir una relación entre el terapeuta y la escuela de mi hija?

Esa es una meta excelente, y hay unas cuantas cosas que puede hacer como padre para abrir las puertas de la comunicación. Los psicólogos, los terapeutas del habla y cualquier otro tipo de especialista que esté trabajando con su hija quieren apoyar su progreso en todos los lugares. Compartir la información con la escuela de su hija puede ayudarlos a lograrlo. Aquí le mostramos cómo puede comenzar la conversación y hacer que continúe:

Complete un formulario permitiéndole que compartan información sobre su hija

Este es un buen comienzo. Usted puede completar ese formulario en la escuela o en la oficina del terapeuta. En el formulario puede especificar quién puede hablar con quién y acerca de qué. Por ejemplo, si usted quiere que la información sea compartida entre el terapeuta del habla que su hija ve en la escuela y el que ella ve en la clínica, necesita especificar que ambos profesionales tienen su permiso para compartir los reportes e información relacionada, digamos, el plan de tratamiento de su hija. Este formulario tiene que ser renovado regularmente, generalmente todos los años.

Comparta sus preocupaciones

Usted quiere que los profesionales que no trabajan para la escuela se comuniquen con el equipo que atiende a su hija en la escuela. Asegúrese que usted está compartiendo cualquier pregunta o preocupación específica que quiere que ellos discutan. Por ejemplo, si usted quisiera que ellos trabajen conjuntamente en el desarrollo de las habilidades para conversar de su hija, asegúrese que sus expectativas son claras para ambas partes.

Forme un correo electrónico grupal

La tecnología puede ayudar a que todos estén informados. Una vez que haya completado el formulario de autorización para compartir la información, forme un correo electrónico grupal que incluya a todos los profesionales claves. Preséntelos unos a otros, comparta sus objetivos, sus preocupaciones y sus preguntas.

Pídales que lo incluyan en sus futuras correspondencias entre ellos. Utilice el correo electrónico para hacer el seguimiento de la terapia o los progresos de su hija en el salón de clases. También puede ser una buena manera de actualizarlos acerca de cualquier cambio, ya sean positivos o negativos, que observe en su hogar y pedirles consejo si los necesita. 

Utilice un cuaderno de terapia

Si no le resulta cómodo un sistema de correo electrónico grupal, una solución mejor podría ser un cuaderno de terapia. Simplemente pida a los maestros y a los proveedores de servicios profesionales que escriban en ese cuaderno para que todos estén informados sobre el desempeño de su hija en la escuela y en terapia. Pídales que incluyan cualquier estrategia exitosa o cualquier preocupación que puedan tener.

Usted tendrá que asegurarse que el cuaderno sea trasladado entre la clínica y la escuela. Una vez que sea un hábito, no le parecerá molesto. Tenga presente que el cuaderno es también para usted. Escriba sus comentarios, observaciones y recomendaciones. ¡Recuerde que usted es el miembro más importante del equipo de su hija!

Trate de ser paciente

La paciencia es particularmente importante si su hija no califica para recibir servicios en la escuela, pero está recibiéndolos en un establecimiento médico o clínico. Puede que tenga que explicar un poco más para que la escuela se dé cuenta que su hija sí  tiene necesidades y puede que necesite una atención más individualizada para progresar en la escuela.

Quizás usted encuentre que es más eficaz contactar primero al maestro y a la trabajadora social de la escuela. Déles una copia de la evaluación y el plan de tratamiento de su hija. Luego solicite una reunión con ambas personas para hablar acerca de las necesidades de su hija y qué clases de adaptaciones pueden ayudarla durante las horas de escuela. Los consejos mencionados arriba pueden ayudarlo a que la conversación continúe.

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