Mi hijo tiene problemas en la universidad y quiere abandonar los estudios. ¿Qué puedo hacer?

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Lo primero que usted y su hija necesitan saber es que esa situación es muy común. Muchos jóvenes que piensan y aprenden de manera diferente (y también los que no tienen este tipo de desafíos) tienen problemas al iniciar la universidad. Algunos incluso reconsideran el camino que van a seguir o la universidad más adecuada para ellos.

Sé esto por mis veinte años como decano en la universidad y mis años como consultor en la universidad. También lo sé por mi propia experiencia como estudiante de primer año en la universidad teniendo diferencias en la manera de pensar y aprender (la más alta calificación que recibí el primer semestre fue una C).

Es importante entender exactamente qué ocurrió en la universidad, antes de reaccionar al deseo de su hija de no regresar. Se me ocurren un par de preguntas clave:

  1. ¿Su hija tuvo dificultades parecidas en el bachillerato? Si es así, ¿tuvo apoyos específicos, o estrategias que funcionaron? ¿Pueden ser usados en la universidad?

  2. ¿Aprovechó todos los apoyos académicos que ofrece su universidad? Estos incluyen los laboratorios de escritura y matemáticas, y todas las opciones de tutorías. Además, ¿se reunió con su consejero y sus orientadores en la oficina de servicios para discapacitados, si califica para ello?

  3. ¿Tomó la iniciativa de conocer a nuevas personas? Algo bueno de la mayoría de las universidades es que existen muchas oportunidades para socializar. Además, los estudiantes están comenzando a conocer nuevas personas. ¿Su hija se ha registrado en algún club o asistido a actividades relacionadas con sus intereses y talentos? ¿Asistió a eventos deportivos u otros eventos en el campus?

Si su hija tenía amigas en el bachillerato, es probable que pueda hacer amigos en la universidad. Muchos estudiantes de primer año tienen metas sociales que no son realistas. Creen que si no tienen un novio, una novia o un muy buen amigo a la segunda semana de empezar van a estar solos los siguientes cuatro años.

Una vez que haya identificado los problemas que está teniendo su hija, estas son algunas de las cosas que podría decirle.

Para problemas académicos:

  • “Sé que tienes la inteligencia para estudiar en la universidad. Tu desempeño en el bachillerato y el hecho que hayas aprobado algunos cursos demuestra que puedes lograrlo”.

  • “Hagamos una lista de los recursos que empleaste y cómo los usaste. (Usted quiere averiguar si ella los usó de manera oportuna y si realizó el esfuerzo adecuado. El error más común que cometen los estudiantes universitarios es no aprovechar los recursos sino hasta que se retrasan, en lugar de hacerlo antes para evitar quedarse atrás).

  • “Ahora hagamos una lista de recursos que no has usado todavía, pero que podrían ser de utilidad. Podemos practicar cómo dirigirnos a esas personas”.

  • “Deberíamos revisar la cantidad y tipos de cursos que te permitirán progresar, incluso la hora del día a la que se imparten”.

  • “Revisemos también cómo estás haciendo tu horario y cómo distribuyes la cantidad de trabajo”. (Otra dificultad común de los estudiantes de primer año de universidad es no saber cómo administrar su tiempo. Si eso es un problema para ella, puede que necesite sugerencias para establecer un sistema).

Para problemas sociales:

  • “Hiciste amigos en el bachillerato y así que estoy seguro que harás amistades en la universidad. Si regresas el próximo semestre, empezarás despejada”.

  • “Hagamos una lista de tus cualidades personales, intereses y talentos. Después puedes seleccionar actividades en el campus acordes con ellos”.

  • “El próximo semestre puedes esforzarte por conocer nuevas personas. Practiquemos cómo iniciar conversaciones. Permite que las personas se expresen. Todos valoramos a alguien que sabe escuchar. Vive día a día y sé paciente”.

También puede recordarle alguna experiencia pasada donde intentó hacer amigos y lo logró.

Hay otra pregunta que usted y su hija deberían considerar: ¿Está en la escuela adecuada? Si no es así, el problema no es que ella haya fallado, sino que necesita buscar una opción mejor. No todas las escuelas son adecuada para todos.

Sería ideal que terminara el primer año en su universidad actual y que después se transfiera si aún cree que no es la universidad apropiada para ella.

Sin importar por qué quiere dejar la escuela, es importante demostrarle que usted entiende lo difícil que es para ella. Reconozca el dolor que está sintiendo y asegúrele que no está sola.

La transición a la universidad es difícil y los estudiantes tardan en adaptarse. No es necesariamente algo malo que los jóvenes tengan dificultades. De hecho, son esos problemas los que desarrollan resiliencia. Usted puede ayudar a que su hija se dé cuenta del valor de terminar el año, mientras explora opciones de lo que podría hacer el próximo año.

También es importante discutir los cambios que podrían mejorar su situación en la universidad. Hacerla regresar sin hacer cambios reduce las oportunidades de éxito. Por ejemplo, cambiar de dormitorio podría permitirle recomenzar socialmente. Una reunión semanal con el consejero de la oficina para discapacitados podría darle apoyo adicional.

Puede haber ocasiones en las que los familiares tengan que la decidir si su hijo regresa, aunque él no quiera. Sin embargo, si después de todos estos pasos ella continúa insistiendo en que no quiere regresar, yo no la forzaría a hacerlo. Si lo hace, ella tendrá un argumento en caso de que no funcione: Usted la obligó a regresar.

En lugar de eso, pídale que proponga un plan para el próximo semestre. Esto podría incluir trabajar, ser voluntaria en un área que le interese o registrarse en algunos cursos en un colegio comunitario de la localidad. Deje claro que usted tiene expectativas sobre cómo ocupará su tiempo.

Si decide no inscribirse el siguiente semestre, también es importante que solicite un permiso para ausentarse en vez de abandonar la universidad. Eso le deja la puerta abierta para regresar el próximo año. Además es una explicación que protege su imagen y preserva su autoestima antes sus compañeros.

Usted no mencionó cómo se siente su hija emocionalmente. Si cree que podría estar teniendo desafíos importantes como ansiedad o depresión, tratarlas debería ser su primer paso. Consulte con un terapeuta y decida un plan de acción.

Adaptarse a la universidad puede ser complicado para muchos jóvenes que piensan y aprenden de manera diferente. Su apoyo y orientación pueden ayudar a su hija a encontrar estrategias para superar los problemas.

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