¿Por qué los niños se resisten a alejarse de las pantallas?

Muchos niños están frente a una pantalla todos los días. Es común que se queden enganchados en un juego o programa y no quieran apagarla. Pero hay niños que se resisten, ya sea no haciendo caso o enojándose cuando se ven obligados a hacerlo. 

Quizás se pregunte por qué a su hijo le resulta difícil desconectarse de las pantallas y ponerse a hacer otra cosa. ¿Es desobediente? ¿O se trata de otra cosa?

Obtenga más información sobre por qué algunos niños tienen dificultad para apartarse de las pantallas y qué puede hacer.

Por qué no pueden desconectarse de las pantallas

Hay muchas razones por las que los niños no apagan lo que están viendo o con lo que están jugando, incluyendo el no querer hacerlo. Pero a menudo algo lo impide. Que a los niños les cueste mucho terminar su tiempo de pantallas se puede deber a:

Hiperconcentración: Algunos niños tienden a hiperconcentrarse en las cosas que les parecen interesantes, incluso si tienen problemas para concentrarse en otras cosas. Están tan ensimismados en lo que están haciendo que no pueden dejarlo. La hiperconcentración es muy común en niños que tienen TDAH.

Tendencia a aferrarse. De manera similar, los niños pueden estar tan involucrados que no pueden dejar de pensar o hablar sobre lo que están viendo o jugando. Este comportamiento de “quedarse atrapado” en algo se llama perseveración, y no se hace a propósito para ser desobediente.  

Dificultad para seguir instrucciones. Cuando los niños no siguen las indicaciones puede interpretarse como flojera o falta de respeto. Pero si sucede a menudo podría ser un problema con la función ejecutiva: Un grupo de habilidades que incluyen la atención y la memoria.

Tal vez su hijo no recuerde lo que usted acaba de decir. O puede que no "escuche" las indicaciones porque está distraído. 

Dificultad para cambiar de actividad. Es posible que haya notado que a su hijo le cuesta dejar la pantalla y pasar a otra cosa. Podría ser que tiene problemas con el pensamiento flexible, y esto dificulta adaptarse a situaciones distintas.  

Dificultad para manejar las emociones. Algunos niños tienen dificultad para manejar las emociones, y con frecuencia se trata de problemas con el autocontrol. Su hijo podría sentirse frustrado o descontento por tener que desconectarse de la pantalla, lo que rápidamente se puede transformar en enojo. 

Cómo facilitar la transición

Estas son algunas maneras sencillas de facilitar la transición, tanto para usted y como para su hijo, al terminar el tiempo de pantalla:

  • Antes de que su hijo esté frente a la pantalla, aclare cuánto tiempo puede usarla. Avísele cuando falten cinco minutos para que termine el tiempo acordado.

  • También puede esperar un momento propicio, como al finalizar un juego o un programa. Acuerden con antelación que ese será el momento en que tiene que apagar el dispositivo.

  • Asegúrese de que su hijo esté prestando atención cuando le diga que apague la pantalla. Pídale que lo mire a los ojos y repita lo que usted le dijo.

  • Si no pasa nada, acérquese y póngale la mano sobre el hombro. No le hable ni le grite desde otra habitación o mientras usted esté haciendo otras cosas.

  • Dígale qué tiene que hacer después de apagar la pantalla. Es más fácil “cambiar de actividad” si su hijo tiene que ocuparse de algo específico.

  • Las herramientas visuales podrían funcionar mejor para su hijo que las instrucciones verbales. Juntos podrían crear un horario escrito o con imágenes de cuándo puede y cuándo no puede usar las pantallas. Una vez que se haya acabado el tiempo de pantalla, usted le puede mostrar el horario y recordárselo sin decir una palabra.

Estas no son las únicas maneras de ayudar a su hijo. Averigüe cómo ayudarlo a seguir instrucciones. Entérese por qué hay que repetirle las cosas. Y aprenda cómo ayudar a su hijo con TDAH a administrar el tiempo frente a la pantalla. 

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