La diferencia entre la disgrafía y el trastorno del lenguaje expresivo

Tanto la disgrafía como el trastorno del lenguaje expresivo afectan el aprendizaje y el uso del lenguaje. La disgrafía puede dificultar expresar las ideas por escrito. El trastorno del lenguaje expresivo puede dificultar la expresión de los pensamientos y las ideas al hablar y al escribir. (Puede que escuche que lo llaman “trastorno del lenguaje” o “trastorno de la comunicación”).

Estas dos diferencias del aprendizaje se confunden fácilmente. Comparten síntomas y a menudo coexisten. De hecho, el trastorno del lenguaje expresivo puede causar problemas con la expresión escrita. Esta tabla muestra las diferencias y semejanzas entre ambas condiciones.

 DisgrafíaTrastorno del lenguaje expresivo
¿Qué es?

Una condición que implica tener dificultad con el acto físico de escribir. Puede que a los niños se les dificulte expresar sus ideas de manera escrita.

Una condición que dificulta expresar pensamientos e ideas a través del lenguaje hablado. Los niños con este trastorno suelen entender lo que escuchan, pero pueden tener dificultad para formar y producir una respuesta verbal.

Señales que podría notar
  • Tiene dificultad para expresar ideas por escrito.
  • Utiliza oraciones más simples al escribir que al hablar.
  • Tiene una ortografía deficiente y la gramática y puntuación son incorrectas.
  • Las oraciones están mal construidas y hay ausencia de párrafos.
  • Parece frustrado con el acto de escribir en papel.
  • Tiene dificultad para sostener un lápiz.
  • Tiene problemas para formar letras y palabras, o las separa de manera irregular.
  • Combina mayúsculas con minúsculas o letra de imprenta con cursiva.
  • Escribe lentamente, con esfuerzo y de manera descuidada.
  • Comenzó a hablar de manera tardía.
  • Utiliza frases u oraciones cortas.
  • Tiene un vocabulario limitado comparado con niños de su misma edad.
  • Puede que hable muy poco, pero entiende lo que se dice.
  • Utiliza palabras inespecíficas como “cosa” o “esos”.
  • Tiene dificultad para encontrar las palabras.
  • Tiene problemas para usar oraciones complejas. Utiliza determinadas frases una y otra vez.
  • Omite palabras y confunde los tiempos verbales.
  • Pronuncia bien las palabras, pero lo que dice no siempre tiene sentido.
  • Le cuesta aprender palabras nuevas.
  • Parece frustrado por la incapacidad de expresar en voz alta lo que está pensando.
  • Tiene dificultad para relatar sus experiencias a otros de manera lógica. Las historias pueden carecer de detalles o ser contadas en el orden incorrecto.
  • Utiliza una gramática deficiente y oraciones sin puntuación porque se tiene que esforzar mucho en construir oraciones. Esto ocurre principalmente en los niños más pequeños.
Posible impacto emocional y social

Los niños con disgrafía se pueden quedar paralizados al intentar poner sus ideas en papel. Esto puede hacerlos sentir frustrados y ansiosos, y evitar correr riesgos.

Puede que les preocupe ser considerados “descuidados” o que no se esfuerzan lo suficiente. Esto puede causar baja autoestima.

Los niños con trastorno del lenguaje expresivo podrían no poder comunicar lo que están pensando, o que están entendiendo lo que otros dicen. Esto puede causar problema para hacer amigos.

Qué puede ayudar
  • Utilizar organizadores para dividir las tareas de escritura en partes más pequeñas.

  • Proporcionar una lista de verificación para saber en qué hay que fijarse al revisar y corregir, como  ortografía, pulcritud,  gramática, sintaxis y un desarrollo claro de las ideas.

  • Tomar un descanso breve antes de revisar o editar el trabajo.

  • Hacer terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés) para ayudar a desarrollar destreza y las habilidades motoras finas.

  • Utilizar imágenes, símbolos o fotografías para ayudar con la comunicación.
  • Proporcionar comentarios de manera explícita cuando un niño está divagando o no sea claro. Por ejemplo: “¿Puedes decirme dónde es ‘ahí’?”.
  • Ser paciente y permitir a los niños hablar a su propia velocidad.
  • La terapia del habla y el lenguaje para ayudar a desarrollar vocabulario y mejorar la gramática.

Adaptaciones

  • Brindar tiempo adicional en los exámenes que implican escribir.
  • Permitir que los niños respondan de maneras diferentes a la escrita.
  • Dividir las tareas escritas en pasos.
  • Permitir que los niños utilicen un procesador de palabras en la escuela.
  • Calificar basándose en lo que sabe el estudiante, de manera que la ortografía y la caligrafía no sean tomadas en cuenta.
  • Asignar a un compañero que ayude a revisar el texto.
  • Contar una historia o ideas primero para ayudarlo a hacer un borrador.
  • Utilizar tecnología de asistencia como el software voz-a-texto.
  • Utilizar imágenes que incluyan una descripción u otros apoyos visuales para facilitar el acceso al vocabulario durante ciertas situaciones o actividades.
  • Utilizar un diagrama de “cola de pescado” (tipo de organizador gráfico) para ayudar con la estructura de las oraciones.
  • Proporcionar un diccionario o una lista de palabras para ampliar su vocabulario.
  • Utilizar técnicas de visualización para ampliar los detalles en la escritura.
  • Proporcionar opciones que sean gramaticalmente correctas en cuanto a la elección de palabras o la estructura de las oraciones. Por ejemplo: “¿Eso es un auto o una bicicleta?”. “Estás hablando de un niño, ¿debería ser él o ella?”.
Qué pueden hacer las familias en casa
  • Utilizar herramientas de voz-a texto que permitan a los niños convertir lo que hablan en un texto.
  • Jugar juegos de escritura como Mad Libs.
  • Encontrar apps y juegos que promuevan el interés por escribir.
  • Practicar las habilidades para escribir con un teclado.
  • Probar otras herramientas que ayuden con la disgrafía.
  • Jugar juegos de palabras como Pictionary o Apples to Apples para enseñar vocabulario nuevo.

  • Repetir lo que le dice su hijo, utilizando la estructura de la oración, la gramática y la pronunciación correctas.

  • Encontrar apps y juegos que fomenten el desarrollo de vocabulario.

  • Leer y mirar imágenes juntos. Hacer que su hijo intente contarle “qué está sucediendo” en historias conocidas.

  • Planificar experiencias nuevas e involucrar a su hijo en actividades cotidianas que le permitan aprender vocabulario nuevo.

  • Practicar las secuencias. Por ejemplo, usted le puede decir: “¿Puedes decirme cómo preparamos la ensalada para la cena? ¿Qué hicimos en primer, segundo y tercer lugar?”.

  • Alargar sus oraciones cortas. Por ejemplo, si su hijo dice: “¡Veo auto!”, usted podría ampliar la idea diciendo: “¡Ves un auto que va muy rápido!”. De manera gradual, usted podría dar pistas a su hijo para que le cuente “toda la situación”.

Hay pasos que usted puede seguir cuando los niños tienen problemas para expresar sus ideas. Si tienen dificultad con otros aspectos de la expresión escrita además del acto físico de escribir, también podría tratarse de una diferencia del aprendizaje conocida como trastorno de la expresión escrita.

Puede conocer más sobre qué otras cosas podrían causar dificultades con la escritura y dificultades con el lenguaje hablado. Una evaluación completa puede ayudar a identificar la causa de esas dificultades. Las familias y los maestros deberían hablar sobre lo que están viendo y desarrollar un plan juntos.

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