Planificación motora: Lo que necesita saber

De un vistazo

  • La planificación motora es una destreza que nos permite recordar y ejecutar los pasos para hacer un movimiento.

  • Usamos la planificación motora para todas las actividades físicas, incluyendo tareas cotidianas como cepillarse los dientes y lavarse las manos.

  • Los niños que tienen dificultades con la planificación motora tardan en aprender y completar tareas físicas, como atarse los cordones de los zapatos.

Puede que usted esté familiarizado con los términos habilidades motoras finas y habilidades motoras gruesas. Pero ¿qué es la planificación motora? Esta importante habilidad es la clave para la ejecución del movimiento. Nos permite conocer, recordar y llevar a cabo pequeños pasos que permiten que ocurra un movimiento en particular o una actividad.

Por ejemplo, la tarea rutinaria de cepillarse los dientes puede parecer automática. Pero en realidad, nuestro cerebro la planifica muy rápidamente antes de que empecemos y mientras estamos cepillándonos. Determina cómo nos moveremos, los pasos que seguiremos y el orden en que debemos realizarlos. Sin las habilidades de planificación motora, el cepillo de dientes nunca saldría del gabinete.

Conozca más acerca de las habilidades de la planificación motora y su papel en el aprendizaje y la realización de actividades diarias.

Cómo funciona la planificación motora

La planificación motora forma parte de un grupo de habilidades que nos ayudan a mover nuestro cuerpo de la manera en que queremos. Existen diferentes tipos de habilidades motoras que usamos continuamente a lo largo de nuestra vida.

Las habilidades motoras gruesas nos ayudan a mover los músculos largos para que podamos realizar acciones como caminar, saltar y tener equilibrio. Las habilidades motoras finas controlan los músculos cortos de nuestras manos y pies. Son clave en acciones pequeñas, como agarrar un lápiz o atarse los cordones de los zapatos. La coordinación es cómo organizamos todas nuestras acciones físicas para movernos eficientemente.

Todas esas habilidades son necesarias para las acciones físicas. Pero algo tiene que ocurrir antes de que podamos usar esas habilidades de manera eficaz. Tenemos que pensar cómo vamos a mover nuestro cuerpo para poder hacer la tarea que nos ocupa. Este es un ejemplo:

Cuando de niños aprendimos a lavarnos las manos, alguien nos enseñó cómo hacerlo. Sin embargo, con el tiempo nuestro cerebro tuvo que descubrir cómo nuestro cuerpo podría realizar lo que nos habían enseñado.

¿Cómo moveremos nuestros brazos y dedos para agarrar el jabón? ¿Cómo sostendremos el jabón para poder frotarlo en nuestras manos? ¿A qué distancia del lavabo nos tendremos que parar para que el agua no salpique? Además, tenemos que pensar en el orden de todos esos pasos.

Al principio fue muy difícil. Tuvimos que hacer las cosas muy lentamente y ajustar constantemente lo que hacíamos: frotarnos por más tiempo o acercarnos más al lavabo. Pusimos mucha atención al proceso y con ajustes y ayuda, finalmente fuimos capaces de hacerlo nosotros solos.

Dos cosas cambiaron dramáticamente una vez que supimos cómo lavarnos las manos. Nos movemos mucho más rápido y somos mucho más precisos. No necesitamos poner tanta atención a nuestras acciones porque se han vuelto automáticas. Nuestra planificación de toda la tarea es rápida y eficiente. Y si necesitamos hacer correcciones, podemos hacerlo fácilmente.

Dificultad con la planificación motora

La planificación motora es un proceso que nos ayuda a aprender acciones motoras. Usted intenta algo y al instante recibe retroalimentación del resultado. Ajusta lo que está haciendo y lo intenta de nuevo, y sigue ajustando hasta que encuentra la manera más eficiente de hacerlo. A partir de ahí, su cerebro planifica rápidamente esa acción cada vez que va a ejecutarla.

No obstante, cuando los chicos tienen dificultad con la planificación motora, no aprenden fácilmente de la retroalimentación que reciben. Inclusive si han realizado la tarea anteriormente, parece como si la estuvieran haciendo por primera vez.

Los chicos que presentan problemas con la planificación motora pueden parecer torpes. Podrían parecer lentos para aprender habilidades básicas y tardan una “eternidad” para completar tareas físicas como atarse los cordones de los zapatos. Las dificultad con la planificación motora también puede afectar su desempeño en la escuela, ya que tareas físicas esenciales pueden ser difíciles para ellos.

Los problemas con la planificación motora pueden ser parte de un problema más grande con el movimiento y la coordinación. Es común en niños que tienen el trastorno de desarrollo de la coordinación (DCD, por sus siglas en inglés), conocido en ocasiones como dispraxia.

Cómo ayudar a su hijo que tiene dificultad con la planificación motora

Si su hijo tiene dificultad con la planificación motora, es importante saber que esa destreza se puede mejorar. Un terapeuta ocupacional puede ayudarlo a aprender los pasos iniciales y las secuencias de las actividades, de manera que se vuelvan más automáticas. Pero toma tiempo, paciencia, demostraciones visuales y físicas, y mucha práctica.

También hay maneras en que usted puede ayudar en la casa. Averigüe cómo enseñar rutinas de cuidado personal a niños que tienen dificultad con la planificación motora. Aprenda cómo enseñar a su hijo a atarse los zapatos. Y entérese cómo los profesionales evalúan si hay dificultad con las habilidades motoras.

Puntos clave

  • Por lo general, la planificación motora es más rápida y eficiente cuando practicamos una tarea en particular.

  • Los problemas con la planificación motora son comunes en chicos que presentan el trastorno del desarrollo de la coordinación (DCD, por sus siglas en inglés).

  • Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a que los chicos mejoren las habilidades de planificación motoras.

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