Cómo lograr que su hijo hable de la escuela

How to get your child to talk about school, mom talking to daughter at home

De un vistazo

  • Hay niños a los que no les gusta dar información sobre cómo les fue en la escuela.

  • La manera en que usted haga las preguntas puede facilitar que proporcionen más información.

  • Haga preguntas específicas y abiertas, en lugar de las que pueden contestarse con un sí o un no.

Hay niños a los que les encanta hablar de cómo les fue en la escuela. A otros les cuesta mucho dar detalles de su jornada escolar, especialmente si tuvieron problemas en alguna clase u ocurrieron situaciones desagradables, como acoso escolar o dificultades académicas.

Hay maneras de hacer preguntas que propicien una conversación si su hijo es de pocas palabras o muy reservado. A continuación, algunos conceptos importantes para iniciar el diálogo.

1. Haga preguntas abiertas. Si usted hace una pregunta que puede ser contestada con una sola palabra, eso es lo que obtendrá: Una respuesta de una sola palabra como sí o no.

Ejemplo: “¿Qué fue lo mejor de tu día en la escuela?”.

2. Comience con una observación concreta. A menudo los niños tienen dificultad para contestar preguntas inesperadas. Hacer una observación les permite relacionarla con algo.

Ejemplo: “Sé que este año hay más niños en tu clase, ¿cómo te sientes con esto?”.

3. Revele algo. Cuando alguien nos cuenta algo de su vida es natural querer hacer lo mismo. Revele algo a su hijo a ver qué le dice.

Ejemplo: “Siempre jugábamos al escondite en el recreo. ¿Qué les gusta jugar a ti y a tus amigos?”.

4. Evite las preguntas negativas. Si usted piensa que algo no va bien, sus preguntas podrían incluir palabras que expresan emociones negativas como triste o antipático. Preguntar de manera positiva facilita que su hijo exprese sus preocupaciones.

Ejemplo: “Escuché que hoy almorzaste con personas que no conocías. ¿De qué hablaron?”.

Estos son otros ejemplos de cómo decir las cosas de manera diferente para lograr que su hijo se abra con usted.

Preguntas para después de la escuela

En lugar de decir: Intente esto:
¿Te divertiste en la escuela? ¿Qué fue lo mejor de tu día en la escuela?
¿Cómo estuvo el almuerzo? ¿Qué niños se sentaron contigo en el almuerzo?
¿Tu maestro fue amable? ¿Qué fue lo más interesante que dijo tu maestro?
¿Fuiste a tu casillero? ¿Cómo fue ir a tu casillero entre clases?
¿Los niños en tu clase fueron amistosos? ¿Con quiénes te gustó conversar?
¿Recibiste tu horario? Hoy te dieron tu horario, ¿cierto? ¿Cuáles son los días más ocupados?
¿Tienes amigos en tus clases? ¿Cuáles son los niños con los que más conversas en la escuela?
¿Te fue bien en tu presentación? ¿Qué parte de tu presentación piensas que fue la mejor?

Formular sus preguntas de esta manera invita a su hijo a conversar. No obstante, no espere una respuesta larga y detallada para cada pregunta. La meta es tener muchas conversaciones breves a lo largo del tiempo. Ayuda que la conversación sea en momentos en los que usted no tenga prisa, como durante la cena o cuando salgan a pasear.

En ocasiones los niños, al igual que los adultos, no quieren conversar. Por eso es importante saber cuándo dejar de hacer preguntas y dejarlo para otro momento. Si hay algo urgente o grave, tendrá que hacer preguntas específicas de manera directa y exigir una respuesta.

¿Busca otras maneras de iniciar la conversación para ponerlas en práctica con su hijo? Averigüe qué decir cuando su hijo:

Averigüe cómo dar elogios que desarrollen la autoestima. También le interesará leer por qué una mamá dejó de decir a su hijo: “Que tengas un buen día”.

Puntos clave

  • Al compartir algo sobre usted puede facilitar que su hijo se abra.

  • Las preguntas positivas (“¿cuál es tu clase favorita?”) permiten que su hijo exprese sus preocupaciones.

  • Escoja momentos propicios para hablar en los que usted no esté apurado, como a la hora de cenar o cuando salen a pasear.

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