7 situaciones sociales para practicar con su adolescente
De un vistazo
Los adolescentes que piensan y aprenden de manera diferente a menudo necesitan repasar los hábitos y las señales sociales.
Padres y cuidadores pueden ayudar practicando situaciones sociales comunes.
Cuanto más practique su adolescente, más fácil le resultará conducirse en situaciones de la vida real.
Manejar situaciones sociales es estresante y difícil para muchos adolescentes. Pero puede ser aún más difícil para los adolescentes con diferencias del aprendizaje o TDAH, ya que suelen tener dificultad para seguir reglas sociales básicas. También puede causar más ansiedad.
Usted puede ayudar ensayando situaciones sociales comunes con su adolescente. Al ensayar su hijo desarrolla habilidades y se siente más preparado.
1. Invitar a alguien a salir
Llegará el momento en que su hijo querrá invitar a alguien a salir. Esto puede ser intimidante, especialmente si su hijo no se siente seguro de cómo iniciar la conversación.
Practiquen maneras de invitar a alguien a distintos tipos de citas, ya sea ir a comer pizza en grupo después de la escuela o ir al cine los dos solos. Prueben cambiar de roles e incluyan situaciones en las que su invitación es rechazada. Tener conversaciones abiertas sobre las citas puede facilitar que los adolescentes acudan a sus padres en busca de apoyo.
2. Ir a una entrevista de trabajo
Las primeras entrevistas de trabajo son un territorio completamente desconocido para la mayoría de los adolescentes. Si su adolescente tiene dificultades con la comunicación y las habilidades sociales puede ser aún más difícil saber qué decir o qué hacer cuando llega el momento de buscar trabajo. Ensayar con usted puede ayudarlo a sentirse más confiado.
Primero, hágale preguntas comunes en las entrevistas como: “¿Cuáles son sus fortalezas?”, “¿por qué quiere el empleo?”. Haga que su hijo decida si requiere una respuesta corta o más detallada y luego practiquen cómo responder. Piensen en preguntas que su adolescente podría hacer a los potenciales empleadores.
3. Que les ofrezcan alcohol o drogas
Los adolescentes suelen enfrentar mucha presión del grupo para beber alcohol o consumir drogas. Y aquellos con poco control de los impulsos, habilidades sociales limitadas o baja autoestima, pueden tener aún más dificultad para decir que no. Proporcione a su adolescente algunas frases simples que puede usar como: “Ahora no”, “en realidad no me gusta el sabor” o “no estoy bebiendo”.
También es importante que los padres y cuidadores les recuerden constantemente a los adolescentes que los pueden llamar en cualquier momento, ya sea para que los vayan a buscar o para salir de una situación que los hace sentir incómodos o en peligro.
4. Unirse a un club escolar
Ingresar a un club es una manera excelente para que los adolescentes exploren intereses nuevos. Pero puede ser estresante, especialmente para los niños que tienen dificultad para interpretar señales sociales o participar en grupos. Dividir la situación en partes puede hacerlo más fácil.
Esta es una idea que puede probar. Comiencen un juego familiar de adivinanzas o cartas al que su adolescente tenga que “unirse”. Practiquen cómo presentarse, hacer preguntas y captar las señales sociales mientras juegan. Su adolescente también puede practicar a ser paciente cuando otros están hablando y saber escoger el momento oportuno para entrar en la conversación.
5. Conversar en una fiesta
Tener conversaciones casuales en una fiesta puede ser difícil para muchos adolescentes (y adultos). Tener un guion puede hacerlo más fácil. Practique con su adolescente algunas maneras de iniciar la conversación. Algunos ejemplos incluyen halagar su atuendo, hacer un comentario sobre la decoración o decir algo positivo acerca de la comida.
Hagan una lista de temas que podrían interesar a sus compañeros (videojuegos, películas nuevas, tarea que acaba de asignar el maestro...). Después, piensen en preguntas que su adolescente podría hacer a los demás invitados y practiquen respuestas diferentes. Usted puede ayudarlo a reconocer las señales sociales que indican que es hora de cambiar de tema.
6. Trabajar en un proyecto grupal
Los proyectos grupales pueden ser divertidos, pero también pueden ser complicados para un adolescente que piensa y aprende de manera diferente. Es posible que el maestro elija el grupo, y que su adolescente no conozca a nadie. O podría pasar que los otros niños formen parte de un grupo cerrado.
Practiquen situaciones diferentes, incluidas aquellas en las que su hijo no está de acuerdo con el grupo. Permita que su adolescente practique decir cosas como: “Tratemos de hacer esto de dos maneras diferentes y luego votemos para decidir cuál es la mejor”. “Deberíamos identificar quién podría ser el mejor para cada tarea”. Ese enfoque puede ayudar a los adolescentes a sentir que pueden encajar y aún así poder expresar sus ideas y mostrar sus fortalezas.
7. Saludar a adultos en una reunión
Probablemente usted le ha enseñado a su hijo a saludar de manera educada a los adultos desde que era pequeño. Pero si su adolescente tiene dificultad para socializar, podría ser necesario practicar más. Explíquele que a veces no basta con dar la mano y decir “encantado de conocerlo”.
Practiquen otras maneras de presentarse con adultos. Comiencen con lo básico: “Hola, mi nombre es Miguel. Soy el hijo de María”. Luego, haga que su adolescente siga conversando: “¿A quién conoce en esta fiesta?". "¿Vive cerca de aquí?". También es bueno practicar cómo terminar las conversaciones o despedirse. Prueben: "Gracias por invitarme". "Espero verlo otra vez".
Puede que su adolescente no busque su ayuda o no quiera su consejo en ciertas situaciones sociales. Ofrézcase para practicar esas situaciones si su adolescente cree que podría ayudarlo. Pero no insista. Tal vez su adolescente acepte su ofrecimiento más tarde.
Puntos clave
Tener guiones para practicar puede ayudar a los adolescentes a prepararse para las conversaciones.
Ensayar situaciones sociales permite que desarrollen habilidades para captar las señales sociales.
Proporcione frases que su adolescente pueda usar para rechazar las drogas y el alcohol.