Las dificultades con las habilidades sociales son un desafío clave de las discapacidades del aprendizaje no verbal.
Las discapacidades del aprendizaje no verbal no son una discapacidad del aprendizaje, pero pueden afectar el aprendizaje.
Existen maneras de ayudar a las personas a mejorar sus habilidades y manejar sus desafíos.
Las discapacidades del aprendizaje no verbal (NVLD, por sus siglas en inglés) es un término que se refiere a los desafíos con un grupo específico de habilidades. Esas habilidades no se basan en el lenguaje, como en el caso de la lectura y la escritura. Son habilidades no verbales que incluyen destrezas motoras, visoespaciales y sociales.
Las discapacidades del aprendizaje no verbal no son un diagnóstico formal. Sin embargo, los desafíos son reales y pueden afectar el aprendizaje y el desempeño laboral. También dificultan mucho las interacciones sociales.
Las personas con estas dificultades a menudo tienen habilidades verbales bien desarrolladas. No obstante, puede que no se den cuenta de que una persona está siendo irónica. Puede que hablen mucho, pero no se comunican de una forma socialmente apropiada. Además existe el aspecto físico. Las personas con discapacidades del aprendizaje no verbal a menudo tienen problemas de coordinación.
Estas dificultades son de por vida, pero no están relacionadas con la inteligencia. Las habilidades se pueden mejorar y se pueden aprender estrategias sociales si se proporciona la ayuda adecuada. Sin embargo, las personas que las presentan suelen sentirse incomprendidas, criticadas y tienen dificultad para integrarse.
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Cómo lucen las discapacidades del aprendizaje no verbal
Si bien los problemas con las habilidades sociales son una señal clave, los desafíos también pueden evidenciarse de otras maneras. Estos son algunos ejemplos:
Recuerda información, pero no sabe por qué es importante.
Presta atención a los detalles, pero no capta el panorama general.
Las personas que presentan estas dificultades a menudo tienen habilidades verbales sólidas. No obstante, tienen problemas con la comunicación que no es verbal. Con frecuencia no captan señales sociales como el tono de voz, las expresiones faciales y el lenguaje corporal.
Las personas podrían no darse cuenta de que están paradas demasiado cerca, a pesar de que la persona con la que están hablando da un paso atrás. Podrían no reconocer que fruncir el ceño significa que están hablando de algo que es inapropiado. O que cierto tono de voz significa que la persona está bromeando.
No captar las sutilezas de los mensajes no hablados dificulta establecer relaciones personales. Además puede ocasionar que las personas se sientan aisladas.
Hay una serie de cosas que pueden ayudar a las personas a mejorar sus habilidades y manejar algunas de sus dificultades. Estas incluyen:
Grupos de habilidades sociales para aprender a manejar situaciones sociales como saludar a alguien, unirse a una conversación, y reconocer y responder a las bromas.
Terapia ocupacional para desarrollar tolerancia ante las experiencias externas, y mejorar la coordinación y las habilidades motoras finas.
Terapia cognitiva para ayudar a manejar la ansiedad y otros problemas de salud mental que pueden ocurrir con estos desafíos.
Las escuelas deberían proporcionar apoyos informales en el aula para que las dificultades de los niños no obstaculicen el aprendizaje. Los adultos también pueden conseguir adaptaciones en el trabajo.