La terapia visual y la dislexia: Lo que necesita saber
De un vistazo
Los estudios no indican que la terapia visual sea eficaz para tratar la dislexia.
La terapia visual usa ejercicios para los ojos para tratar problemas de visión que pueden afectar leer y aprender, como la insuficiencia de convergencia.
La terapia visual no es lo mismo que el tratamiento tradicional para corregir problemas como la hipermetropía (dificultad para ver de cerca).
Existe mucha confusión acerca de qué es la terapia visual y para qué sirve. Puede que algunos padres y madres hayan escuchado que ayuda con la dislexia, pero no hay evidencia que lo sustente.
Eso es debido a que la dislexia es un problema con el lenguaje, no con la visión. No obstante, los estudios sí sugieren que la terapia visual puede ayudar con ciertos problemas de la visión que afectan la habilidad del niño para leer, como es el caso de la insuficiencia de convergencia. La insuficiencia de convergencia es un trastorno de la visión en el cual los ojos no trabajan de manera conjunta fácilmente. Por lo tanto puede causar problemas para aprender pero es una condición diferente a la dislexia.
Conozca más acerca de la terapia visual, y por qué no se recomienda para tratar la dislexia.
Cómo funciona la terapia visual
La terapia visual es un tipo de entrenamiento del ojo que intenta ayudar con los problemas de visión o los trastornos de visión. Esos problemas pueden afectar la habilidad para leer, pero no son lo mismo que la dislexia.
La terapia visual comienza con un examen completo de la vista. Eso es diferente que los exámenes de la vista que se hacen en las escuelas, los cuales examinan principalmente la distancia visual. Un examen completo prueba factores como la agudeza visual, que es el término usado para la nitidez o claridad de la visión. El examen también prueba si existe ojo vago (ambliopía) y otros problemas como la insuficiencia de convergencia (CI, por sus siglas en inglés) que puede afectar la capacidad para enfocar un objeto cercano.
Después del examen de la vista, se crea un plan de terapia visual que podría incluir estas actividades:
Cubrir un ojo durante parte de la sesión de terapia
Mirar a través de prismas
Hacer rompecabezas de letras
Usar anteojos coloreados o colocar plásticos de colores sobre el material de lectura
Las sesiones de terapia visual por lo general duran una hora y se realizan una o dos veces a la semana. Dependiendo de las dificultades del niño, podría recomendarse que asista a la terapia de tres meses a un año. El terapeuta puede que también prescriba hacer ejercicios para los ojos en la casa bajo la supervisión de los familiares.
Quién ofrece la terapia visual
Los optometristas podrían prescribir algunos tipos de ejercicios para los ojos para tratar la insuficiencia de convergencia y otras condiciones que afectan la vista. Sin embargo, sea precavido con los profesionales que afirman que la terapia visual puede tratar algunas dificultades de aprendizaje y de atención. Tratar los problemas de la visión puede hacer que sea más cómodo leer, pero no va a facilitar decodificar o pronunciar las letras.
A qué estar atento
Muchas organizaciones prestigiosas, incluyendo American Academy of Pediatrics y American Academy of Ophthalmology, publicaron en forma conjunta sus declaraciones sobre la terapia visual y la dislexia. En ese comunicado afirman que la evidencia científica no respalda la terapia visual como un tratamiento para la dislexia.
Es cierto que los problemas de la visión que no son tratados, como la insuficiencia de convergencia, pueden afectar la habilidad del niño para leer y aprender. Sin embargo, los problemas de visión no son la causa de la dislexia. La dislexia afecta la habilidad del cerebro para pronunciar correctamente las letras, no la habilidad para verlas.
Si le preocupa la visión de su hijo, comience por visitar a un oftalmólogo o a un optometrista para que le realicen un examen completo de la vista. Si su hijo no tiene problemas de visión pero tiene dificultades para leer, hable con la escuela o su médico para realizar una evaluación completa. Y si le preocupa que su hijo pudiera tener dislexia, averigüe qué puede hacer a continuación.
Si decide probar la terapia visual, tenga en cuenta que puede ser costosa y que su seguro médico puede que no cubra los costos de esa terapia.
Puntos clave
La dislexia no es un problema de visión.
Los pediatras y los oftalmólogos no respaldan la terapia visual para tratar discapacidades de aprendizaje y de atención como la dislexia.
Si le preocupa la visión de su hijo, es importante realizar un examen completo de la vista para determinar si tiene problemas de visión.