Por qué algunos niños hacen payasadas en clase

Siempre hay niños que hacen muchas payasadas en la escuela y quieren ser el centro de atención. Bromean, hacen morisquetas y se lucen, principalmente para impresionar a otros niños. Hacen payasadas en el almuerzo, en el recreo o en los pasillos.

Pero algunos niños se comportan así durante la clase, incluso si eso los mete en problemas o aleja a sus compañeros.

Conozca qué causa el comportamiento de "payaso de la clase", y qué puede ayudar.

Qué significa ser el payaso de la clase

Los niños pueden hacer payasadas en clase de muchas maneras diferentes. Estos son algunos ejemplos:

• Dar respuestas absurdas cuando el maestro les hace una pregunta.

• Vestir con ropa extremadamente llamativa, extraña o incluso ofensiva.

• Hacer ruido cuando entran al salón de clases.

• Dejar caer cosas y hacer muy notorio el acto de recogerlas.

Cuando los niños actúan de esta manera, no significa necesariamente que haya un “problema”. Pero su comportamiento suele ocasionar problemas. Hacer payasadas todo el tiempo puede interrumpir la clase y molestar al maestro. Además, puede resultar en una acción disciplinaria y afectar las calificaciones.

Actuar de esta manera también puede afectar la vida social del niño. Es posible que haya niños que lo consideren divertido y quieren estar cerca del niño que hace payasadas. Pero generalmente los niños piensan que ese comportamiento es extraño o molesto, no divertido.

Por qué los niños actúan como el payaso de la clase

Existen muchos motivos por los cuales los niños hacen payasadas. Si generan una respuesta positiva, podría gustarles llamar la atención. Sin embargo, ese no siempre es el caso.

Los niños con problemas de autocontrol pueden tener dificultad para resistir la tentación de hacer o decir algo que les parece divertido. Eso suele ser así en los niños con TDAH. Si se les mete una idea en la cabeza, actúan sin detenerse a pensar en las consecuencias.

Es posible que los niños no se porten mal para llamar la atención, sino para desviar la atención de las cosas que les causan dificultad. Hacen payasadas para ocultar sus desafíos. Estos son algunos ejemplos de cosas que podrían querer ocultar:

• Ansiedad

• Acoso

• Diferencias del aprendizaje

• Dificultad para enfocarse o con la organización

• Impulsividad o hiperactividad

• Problemas con las habilidades sociales

• Situaciones estresantes en el hogar

• Baja autoestima

Los niños no están tratando de crear problemas. Solo están tratando de ocultar sus puntos débiles. Es mejor irrumpir ruidosamente en el salón y hacer reír a todos, que se rían de ti porque pierdes la noción del tiempo y siempre llegas tarde. Hacerse el payaso puede que sea una manera de adelantarse a las críticas.

La conexión con el TDAH

Existe una relación entre tener TDAH y hacer payasadas. Ser chistoso, histriónico y exagerado puede ser un beneficio natural de tener TDAH para algunos niños. Hacer el papel de animador es una manera de utilizar una fortaleza para compensar los desafíos.

Si se hace en el momento y de la forma adecuada, este comportamiento puede ser una ventaja social. Los niños suelen considerar que sus compañeros con TDAH son simpáticos, y que es divertido estar cerca de ellos.

Pero los niños con TDAH corren el riesgo de exagerar y hacer tonterías en el momento y lugar equivocados, como durante la clase. Cuando esto ocurre, puede que reciban atención negativa y aleje a otros niños.

Qué puede hacer

Cuando los niños se portan mal para llamar la atención, existen maneras en las que puede trabajar en la conducta.

• Observar el comportamiento y buscar patrones.

• Comunicar lo que está viendo: padres y maestros deben trabajar juntos.

• Dar elogios positivos.

• Ayudar a mejorar la autoestima.

Además, los niños a veces necesitan ayuda para entender las consecuencias de su comportamiento. Puede que no se den cuenta del efecto que causan sus payasadas. O puede que se sientan avergonzados por su comportamiento, pero no sepan qué hacer en su lugar.

En un momento de tranquilidad, señale cómo reaccionan los demás, y hablen de otras maneras de actuar. Es posible que necesite tener varias conversaciones cortas en lugar de solo una. Deje que pase un tiempo entre una conversación y la siguiente para que el niño pueda reflexionar sobre lo que usted le dijo y cómo hacer las cosas manera diferente.

Cuando los niños se portan mal con frecuencia es importante tener empatía al intentar comprender el comportamiento. Conozca cómo mostrar empatía si su hijo está teniendo dificultades.