Una solución singular para el IEP de nuestro hijo doblemente excepcional

Debido a sus altas calificaciones en las pruebas y al extenso vocabulario de nuestro hijo mayor, sus maestros han sugerido con frecuencia que asista a las clases para chicos dotados y talentosos (GT, por sus siglas en inglés). Pero, debido a que también tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo, sociales y de aprendizaje, no es tan sencillo.

Mi hijo tuvo su primer IEP cuando tenía 8 años. La escuela recomendó que fuera colocado en un salón de clases autocontenido (educación especial) para ayudarlo con sus crisis emocionales y su comportamiento. Aunque inicialmente mi esposa y yo nos resistimos, la clase resultó ser justo lo que él necesitaba. Nuestro hijo pudo aprender en un entorno seguro y prontamente su control emocional mejoró así como su capacidad para manejar el estrés.

Al ir creciendo y desarrollar más habilidades sociales, poco a poco dejo de asistir al salón de clases autocontenido y empezó a asistir a un salón de clases de primaria convencional. Pero entonces, surgió un nuevo problema.

Nuestro hijo es muy inteligente y un pensador lógico. En quinto grado intentaba relacionar lo que estaba leyendo en clase con problemas sociales más grandes, como la justicia criminal. Pero su maestra y sus compañeros de clase no estaban preparados para eso.

Si bien nuestro hijo es inteligente, también tiende a ver las cosas de una sola manera. Puede frustrarse con otros chicos porque no “entienden las cosas” tan rápido como él. Y esto combinado con sus problemas para socializar generó mucha fricción.

Empezamos a hablar con él acerca de la posibilidad de asistir a clases para chicos dotados y talentosos. Le comentamos que esas clases le permitirían trabajar con compañeros que tienen un nivel académico similar al suyo.

Sin embargo, nuestro hijo se sintió muy ansioso con la idea de asistir a clases para chicos dotados y talentosos. Su mayor preocupación era que la cantidad de trabajo en una clase intensiva era mayor. Equivocado o en lo correcto, opinó que la escuela es básicamente estar ocupado haciendo tareas y proyectos, y que prefería permanecer en un salón de clases regular y no tener que enfrentar la presión.

Mi esposa y yo siempre hemos preferido que nuestro hijo esté feliz y se sienta bien en lugar de que se sienta presionado, así que aceptamos su decisión. Nuestro hijo continuó recibiendo apoyos y servicios en su IEP y le fue bien en la escuela media. Pero el problema no desapareció.

En la clase de inglés de noveno grado nuevamente se estaba sintiendo poco estimulado. El contenido de la clase no correspondía con las aptitudes de nuestro hijo. Lo que se le enseñaba a menudo era muy básico. Se estaba sintiendo frustrado y solo.

Convocamos una reunión con el equipo del IEP y pedimos ayuda. ¿Cómo la escuela podía manejar sus dificultades de aprendizaje y su manera de pensar poco convencional, al mismo tiempo que lo estimulaba académicamente? ¿Y todo eso podía ser incluido de alguna manera en su IEP?

La mayoría de las metas del IEP de nuestro hijo se han enfocado en su comportamiento y en la necesidad de una instrucción concreta. A fin de incluir un programa de talentos en su IEP ;tenía que haber una razón académica. En otras palabras, teníamos que demostrar que su desarrollado intelecto ¡evitaba que aprendiera en un salón de clases de educación regular!

Afortunadamente, su bachillerato estaba de acuerdo. Juntos, el equipo del IEP creó un programa híbrido para la asignatura de inglés que combinó pasar tiempo en el salón de clases con estudio independiente para satisfacer las necesidades de nuestro hijo. Esto era algo que la escuela nunca antes había hecho.

Funciona de la siguiente manera. Con la ayuda del maestro de la clase para chicos dotados y talentosos, su maestro de inglés le asigna tareas más exigentes de lo que normalmente le asignaría. Por ejemplo, en lugar de completar actividades cortas y cuestionarios acerca de Romeo y Julieta, él está escribiendo un ensayo más largo para explorar la obra a profundidad. Las fechas de entrega están repartidas para darle tiempo a que se enfoque en proyectos más grandes como este.

La mayoría de los días trabaja independientemente en la biblioteca o en el salón de estudio. Pero una vez a la semana se une a la clase de inglés para participar en las discusiones en clase y practicar las habilidades en las que está trabajando. Sigue asistiendo a las clases regulares de las otras asignaturas. Afortunadamente, no siente ningún estigma debido al programa y hasta ahora le funciona bien.

Como hemos logrado encontrar una solución para nuestro hijo mayor, también estamos pendiente de nuestro hijo menor que está en primaria. Él tiene y al igual que su hermano también es un niño dotado intelectualmente.

A nuestro hijo menor le va bien en el salón de clases de educación regular recibiendo apoyos. Por el momento, no tenemos metas escritas en su IEP relacionadas con sus talentos. Su maestro simplemente hace lo que puede para exigirle un poco más en el salón de clases.

Sin embargo, espero que encontremos una solución que sea única para él, así como lo hicimos con su hermano mayor. Para chicos doblemente excepcionales (o 2E), los talentos pueden ser tan complicados de trabajar como sus otras dificultades.

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