6 cosas que deseo que las personas sepan acerca de criar a un niño con una discapacidad del aprendizaje no verbal
Antes de que mi hija fuera diagnosticada con discapacidad del aprendizaje no verbal o TANV (NVLD, por sus siglas en inglés) a la edad de 5 años, yo ya sabía que ella era diferente.
De bebé no era tan activa como los otros niños. No tenía buena coordinación ni buen equilibrio. En ocasiones no sabía dónde estaba su cuerpo en relación al espacio. Por ejemplo, a veces derramaba la taza con agua porque no se daba cuenta de que el ángulo con el que sostenía la taza era importante.
Al mismo tiempo, fue precoz en el lenguaje y empezó a decir oraciones cortas antes de cumplir un año y hablar con fluidez antes de los dos años.
Sus diferencias se volvieron aún más obvias al ir creciendo. Tenía mucha dificultad para manejar las situaciones sociales y hacer amigos.
Un día, cuando estaba en 5º grado, mi hija se sentó junto a un grupo de niñas durante el período de clases en la biblioteca. En lugar de darle la bienvenida, empezaron a hablar con un lenguaje inventado que mi hija no conocía. Esa noche lo buscó en Internet y dedicó muchas horas a estudiarlo. Al día siguiente volvió a sentarse con ellas, pero tan pronto como empezó a hablarlo las niñas cambiaron al Pig Latin y la excluyeron una vez más.
Criar a una niña que muchas personas no entendían fue una labor solitaria. Esto es lo que me gustaría que las personas sepan acerca de criar a un niño con TANV.
Discapacidad del aprendizaje no verbal es un nombre terrible
Cuando las personas escuchan que su hijo tiene TANV con frecuencia se fijan en la parte “no verbal” y piensan que su hijo no puede o no podrá hablar.
Pero las destrezas de los chicos con TANV tienen que ver con las palabras habladas. Con lo que realmente tienen problema es con entender las señales sociales no verbales como la expresión facial, el lenguaje corporal y el tono de voz. Pasar por alto esas señales sociales puede conducir a que los marginen y los excluyan. Los chicos con TANV puede que también tengan dificultad con las habilidades espaciales, así como con el pensamiento conceptual y abstracto.
El recreo era la peor parte del día cuando era pequeña
Para muchos niños pequeños el recreo es el acontecimiento más importante en la escuela, pero no para mi hija.
Decidir qué hacer y con quién jugar era agobiante al no haber una estructura. En ocasiones tenía problemas para socializar durante el recreo, y frecuentemente no podía decidir a qué jugar a menos que la maestra organizara alguna actividad. En consecuencia, frecuentemente la excluían y se quedaba sola. A veces hasta lloraba durante el receso.
No existía la escuela “correcta” para mi hija
Mi hija era brillante, curiosa y le encantaba aprender, pero necesitaba ayuda con las habilidades sociales y de la función ejecutiva.
Lamentablemente, nunca encontramos la escuela adecuada para ella. No encajaba en una escuela convencional ni en una escuela especializada en dificultades del aprendizaje. No encajaba en ningún lado.
Al final la inscribimos en una escuela regular. Sobresalía académicamente, pero socialmente pasaba momentos muy difíciles.
Había una razón para los malos modales de mi hija en la mesa
Aunque se esforzaba, mi hija tenía dificultad para sostener correctamente el tenedor y el cuchillo debido a su TANV. Le costaba sostener los utensilios mientras recordaba masticar con la boca cerrada. Eso dificultaba aún más que socializara durante las comidas.
A menudo llegaba tarde porque no tiene sentido de la orientación
Puede que el sentido de la orientación de los chicos con TANV sea limitado. Aunque vivimos en la ciudad de Nueva York, donde las calles están trazadas como una cuadrícula con números, mi hija se perdía constantemente. A veces era aterrador porque no podía determinar en qué dirección venían los autos.
Con el tiempo le enseñé a mirar a ambos lados de la calle antes de cruzarla. Y ahora que es mayor, puede orientarse con la ayuda de apps de navegación en su teléfono. Pero me sigue preocupando su seguridad.
Criar a un hijo con TANV puede ser una experiencia solitaria, pero no tiene que ser así
La infancia de mi hija fue solitaria tanto para ella como para mí. Estaba socialmente aislada y nosotros también. Aunque terminó siendo una excelente alumna, nunca llegó a tener los amigos íntimos que tanto quería.
Sí, tener TANV puede aislarte. Pero no debería ser así. Los problemas de mi hija me hicieron darme cuenta que todos necesitamos ser parte de una comunidad. Hace varios años ayudé a fundar el Proyecto NVLD para ayudar a crear conciencia acerca del TANV. Todos los niños con TANV necesitan ser escuchados y todos nosotros tenemos que escucharlos.
Aprenda más acerca de los síntomas del TANV, incluyendo las señales confusas del TANV. Lea el mensaje que una adulta con TANV se decía a sí misma cuando tenía 17 años. Reciba recomendaciones acerca de cómo ayudar a su hijo a entender las señales sociales.
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